Hace
poco me di cuenta de que mi celular se había convertido en mi agenda,
despertador, reloj, acceso a Internet, reproductor de música y cámara
fotográfica a la vez. Yo, que hasta hace algunos años, el 2005 para ser
exactos, me jactaba de ser una persona anti-tecnológica, ahora dependo casi
totalmente de algunos modernísimos aparatos electrónicos y, sobre todo, de mi
celular, incluso me cuesta a pagarlo, algo que realmente me preocupa.
Diez
años atrás, las cosas no eran así. La mayoría de personas no tenía celular.
Pero en la actualidad, solo una minoría es la que no posee uno, hasta mi
sobrina Jesmmy de cinco años tiene un teléfono móvil. Hay que reconocer que los
celulares han provocado que los hábitos de las personas cambien, pero también
molestan en una serie de detalles. Les doy cuatro ejemplos:
La
marcación: Con el celular,
todos somos ‘ubicables’. No importa dónde estemos. Si hay señal, no puedes
escaparte de las llamadas de tu mamá o papá, enamorad@, jef@, o amig@s. De
nadie. Claro, puedes apagar tu teléfono, pero luego te ganarás un
interrogatorio en el que tienes que justificar la razón por la que no
contestaste cuando te llamaron. Y si no tienes una buena excusa, atente a las
consecuencias.
La
tranquilidad: Si
no apagas tu celular, corres el peligro de que te llamen cuando estás en el
aula de clase e interrumpir el desarrollo de la misma, sí eres alumno o tú
trabajo si eres docente.
Por
ejemplo me ha pasado que cuando estoy con mis estudiantes suena el celular, en
el momento menos indicado, pido disculpas a ellos y a ellas y contesto, para
darme con la sorpresa que es un número equivocado, que es u mensaje indeseado.
Las
llamadas costosas: Si
yo soy una necia por tener mi celular todo el día prendido y contestar llamadas
hasta en la madrugada, destinando parte de mis ingresos económicos al pago de
este servicio, incluyendo promociones donde solo gana la telefonía.
La
funcionalidad: Cada
vez los teléfonos celulares tienen más funciones y capacidad. Eso es chévere
porque uno puede guardar en ellos archivos de música, fotos, vídeos, etc., pero
para su principal función, que es llamar, muchas veces no funcionan bien. Que
la señal no entra, que se corta la llamada de pronto o que no se escucha bien
cuando uno habla. Y así un sinfín de vicisitudes con el bendito aparatito.
Actividades de Comprensión Lectora:
1.
¿A ustedes les molesta o incomoda algo de los celulares? Explica que.
2.
¿Te parece pertinente tener prendido tu celular cuando estás estudiando o
trabajando?
3.
¿Te parece prudente que el chófer del taxi conteste su celular mientras
conduce? Fundamenta tu respuesta.
4.
¿Consideras que el uso del celular, en la mayoría de los casos, cumple con su
función realmente comunicativa? Explica.
Autora. Paula de la Cruz Soria Quijaite.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario