"La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos
unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos
alejemos". (Confucio).
LA
CORTESÍA, se puede definir como el acto mediante
el cual una persona muestra atención, amabilidad y respeto hacia otra.
Ser corteses supone saber
suavizar las asperezas que puede presentar nuestro carácter, saber dominar
nuestras alteraciones de ánimo y saber soportar con dignidad los desaires
ajenos.
La etiqueta es una parte
esencial de la urbanidad. SE refiere al ceremonial de los usos, estilos y
costumbres que se observan en reuniones de carácter elevado y serio, y varía
según las costumbres de cada pueblo o de cada institución. Por eso, la regla
número uno siempre es someterse a los usos establecidos donde somos invitados.
Pero no es tan simple. Para llegar a ser realmente corteses no basta con
conocer las normas de la moral y de la urbanidad, sino que también es
indispensable practicarlas constantemente para formar hábitos de buena
educación. Saldrán así naturalmente, sin necesidad de impostarlas.
v Hábitos a considerar para ser
cortes:
Ø Aprender a sonreír, independientemente de tu temperamento.
Ø Siempre saludar, independientemente de tu posición en la empresa o en la
sociedad.
Ø Vigilar el tono de tus palabras para no ofender al otro.
Ø Ser consciente del daño que hacen las malas palabras y las groserías.
Ø Ser conscientes de que los gritos deben evitarse al comunicarse con la
pareja y los hijos.
Ø Cuando hay necesidad de llamar la atención o discutir es necesario
recordar que queremos integrar no desintegrar.
Ø Entender que las carcajadas en una mujer la hacen parecer vulgar.
Ø Se puede reír con muchas ganas sin necesidad de hacer escándalo.
Ø Saber comportarse al tomar los alimentos.